Me enseñaste, sin querer, una gran lección. Que no siempre es todo tan lógico como debería ser. Qué hay muchas formas de amar, y a veces el amor propio se trata de elegir a otra persona.
Por encima de todas las opiniones, de todos los consejos y de todos los regaños elegiste creer en alguien que por momentos se perdió en si mismo y no podía verte. Decidiste darlo todo para fortalecer y recuperar el amor, que es aún más difícil que sentirlo por una nueva persona. Elegiste escucharte a ti y seguir tu verdad, por mas difícil que fuera el camino.
Que suerte que te tengo, porque a través de ti veo que no siempre se acompañar a alguien en su propio proceso, que a veces me pongo capa y saco la espalda queriendo rescatar a los demás sin preguntarles si quieren ser rescatados o solo quieren compañía. A través de ti veo que quedarse es una decisión valiente en esta época en que incentivan mas el soltar que el aprender a cuidar los vínculos.
Gracias amiga!
